Un tipo de material fósforo que no se había registrado nunca antes en el planeta se originó a raíz del impacto de un rayo contra un árbol en la costa oeste de Florida (Estados Unidos), y los investigadores que lo están estudiando manifestaron que podría representar un grupo mineral completamente nuevo, cerrando la brecha entre las materias espaciales y las que se encuentran en la Tierra.
La sustancia, que es muy parecida al fosfito de calcio (CaHPO 3), se encontró atrapada dentro de una fulgurita, un “globo de metal” formado por la reacción del rayo ultra caliente con la arena de alrededor de las raíces del árbol.
Estas fulguritas de rayos fosilizados a menudo ocurren cuando aquellos golpean ciertos tipos de arena, sílice y roca, pero es mucho menos común encontrar algo tan único escondido dentro de una de estas estructuras.
“Nunca hemos visto que este material se produzca naturalmente en la Tierra; se pueden encontrar minerales similares en meteoritos y en el espacio, pero nunca hemos observado algo exactamente igual en ninguna parte de nuestro planeta producido directamente aquí”, indicó el geocientífico Matthew Pasek, especialista de la Universidad del Sur de Florida, en Tampa, y autor principal de la investigación que acaba de ser publicada en Communications Earth & Environment.
El impacto del rayo quemó el carbono en el árbol que golpeó, así como el hierro que se había acumulado alrededor de sus raíces, determinaron los investigadores.
Esta forma de fosfito de calcio bien podría formarse en otros escenarios de alta energía y puede desempeñar un papel importante en el ciclo del fósforo, es decir, en el circuito de este elemento químico alrededor de la Tierra.
“Cuando un rayo cae sobre un árbol, el suelo generalmente explota y la hierba circundante muere, formando una cicatriz y enviando una descarga eléctrica a través de la roca, el suelo y la arena cercanos, formando fulguritas, también conocidas como «rayos fosilizados»”, dijo Pasek.
Los intentos de rehacer este CaHPO 3 en el laboratorio no obtuvieron buenos resultados, lo que demuestra que se requieren condiciones y tiempos muy específicos para producir el mineral.
“Es posible que tengamos que esperar a que caiga otro rayo para volver a verlo”, sugirió Pasek. Además de afectar el ciclo del fósforo en la actualidad, los hallazgos también pueden tener relevancia en términos de los primeros períodos de la historia de nuestro planeta. Es probable que este tipo de rayos y reacciones químicas hayan estado ocurriendo regularmente, pero el ciclo de los fosfitos no es algo que los científicos comprendan completamente.
La investigación continúa para determinar si el material, que contiene fósforo, podría declararse oficialmente un mineral, dijo el centro universitario.
La aparición de este nuevo material de fósforo también puede enseñar a los científicos más sobre cómo se reduce el fósforo, es decir, cómo es que se transforma en otros estados a través de reacciones químicas mediante la obtención de electrones sometidos a diferentes niveles de temperatura. Al mismo tiempo, la investigación proporciona más información sobre la forma y el poder del propio rayo.