Según informaron su familia y la NASA, el tercer integrante de la misión Apolo 11 Michael Collins falleció este miércoles de cáncer
El astronauta Michael Collins, el tercer integrante de la primera misión que llegó a la Luna por primera vez, ha fallecido este miércoles a los 90 años «tras una valiente batalla contra el cáncer», según ha informado su familia que, ha destacado, “pasó sus últimos días en paz” junto a los suyos.
Mientras sus compañeros Neil Armstrong y Buzz Aldrin pisaban la Luna el 21 julio de 1969, Collins se quedó esperándoles en el módulo de mando de la nave Apolo 11, orbitando nuestro satélite.
Debido a eso fue conocido como ‘el astronauta olvidado’. Sin embargo, fue el encargado de monitorear los sistemas y estar preparado ante cualquier contingencia.
Tras el éxito de la misión Apolo 11, Michael Collins, junto a sus compañeros, hizo un gira internacional que culminó en Los Ángeles, Estados Unidos. Allí recibió la Medalla Presidencial de la Libertad, el honor civil más alto de la nación.
«Hoy el país ha perdido a un auténtico pionero. Como piloto del módulo de mando del Apolo 11 -al que algunos llamaron el hombre más solo de la historia- y mientras sus colegas caminaban por la Luna por primera vez, él ayudó a conseguir un hito para nuestra nación»
NASA
Michael Collins ‘El hombre más solo del universo’
Nació en Roma el 31 de octubre de 1930. Su padre, el general de división del ejército James Lawton Collins, había servido como ayudante de campo del general John J. Pershing, comandante de las Fuerzas Expedicionarias Estadounidenses en la Primera Guerra Mundial.
Collins era piloto de pruebas y mayor general de la reserva de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.
En 1963 se lo seleccionó como miembro de los catorce astronautas del tercer grupo de la NASA y voló en dos ocasiones al espacio. Su primer vuelo espacial tuvo lugar en 1966 en la misión Gemini 10, en la cual junto al piloto comandante John W. Young realizó un encuentro espacial con dos naves distintas y completó dos actividades extravehiculares (EVA o paseos espaciales).
En la histórica misión Apolo 11 en 1969 voló a la Luna y la orbitó treinta veces. Collins fue la cuarta persona en hacer un paseo espacial, la primera en hacer más de uno y la segunda, tras su compañero Young, en orbitar en solitario la Luna.
Después de retirarse de la NASA en 1970, Collins aceptó un trabajo en el Departamento de Estado como Secretario asistente de Estado para Relaciones Públicas y un año después se convirtió en director del Museo Nacional del Aire y el Espacio, cargo que ocupó hasta 1978, cuando lo dejó para ser subsecretario del Instituto Smithsoniano.
En 1980 empezó a ejercer como vicepresidente de LTV Aerospace, puesto que abandonó en 1985 para abrir su propia firma de consultoría.
Junto a sus dos compañeros de la Apolo 11, Collins fue galardonado con la Medalla Presidencial de la Libertad en 1969 y con la Medalla de Oro del Congreso de los Estados Unidos en 2011.
Esa ruidosa disputa silenciada
El explorador espacial envió a la humanidad un potente mensaje pacifista:
“Realmente creo que si los líderes políticos del mundo pudieran ver su planeta desde una distancia de alrededor de 161.000 kilómetros (100.000 millas), su perspectiva cambiaría radicalmente.
Esa importantísima frontera sería invisible, esa ruidosa disputa sería silenciada. El pequeño globo continuaría girando, haciendo caso omiso, serenamente, a sus subdivisiones, presentando una fachada unificada que pediría a gritos un entendimiento, un tratamiento homogéneo.
La Tierra debe convertirse en lo que se ve que es: azul y blanca, ni capitalista ni comunista, azul y blanca, ni rica ni pobre, azul y blanca, ni envidiosa ni envidiada. Pequeña, brillante, serena, azul y blanca, FRÁGIL”.— Michael Collins Gemini X Apolo 11
Fuente: Luna Madeleinne para comunicarlatam.com