Es de amplio conocimiento que la adolescencia se asocia a todo tipo de cambios, de modo que es normal que un adolescente pase por altibajos emocionales
Si, encima, una persona se enfrenta al sobrepeso, esto se puede sumar a esas emociones.
Por descontado, no a todo el mundo con sobrepeso le preocupa o le molesta el hecho de tener algunos kilos de más. Muchos de nosotros conocemos a personas seguras de sí mismas y felices que tienen sobrepeso y a personas delgadas que son inseguras e infelices. Algunas personas se suele sentir presionadas para tener determinado aspecto, los adolescentes con problemas de sobrepeso tienen más probabilidades de sentirse mal a causa de su apariencia.
Si tienes sobrepeso puedes sentirte frustrada, enfadada o disgustada. Pero ser consciente de estas emociones difíciles de sobrellevar es el primer paso para poderlas abordar.
Saber identificar nuestras propias emociones es algo que requiere práctica. A veces nuestras emociones son tan súbitas e intensas que nos cuesta saber qué es lo que estamos sintiendo exactamente. Lo mejor es detenerse y prestar atención en cuanto uno se da cuenta de que hay algo que lo altera. Intenta identificar qué es lo que estás sintiendo sin juzgarte a ti misma.
Puedes utilizar varias peguntas, hasta alguna encaje en ese estado emocional, por ejemplo: “Estoy enojada, o triste, o angustiada, frustrada”.
Conversar sobre las cosas que nos preocupan también nos puede ayudar a encontrar formas de abordar los sentimientos.
Si te cuesta hablar sobre tus sentimientos o crees que los demás no te van a entender, lleva un diario personal, haz un dibujo o alguna otra cosa que te ayude a elaborar o a dar sentido a esas emociones tan difíciles. Cuanto más tiempo dediques a explorar tus emociones, más hábil serás para saberlas afrontar conforme las vayas sintiendo. Y eso también te facilitará el proceso de encontrar soluciones a tus problemas.