El pasado viernes, el Presidente Javier Milei habló en Cadena Nacional e hizo un balance de su gestión y cuestionó el paquete de Leyes que aprobó Diputados el pasado miércoles. Según su visión ponen en jaque el superávit fiscal y la estabilidad económica del país. En ese sentido, comunicó dos medidas para blindar el equilibrio de las cuentas públicas y conservar el programa económico.
Al comienzo de su alocución, el Jefe de Estado habló de como recibió su mandato: Finalizar con la inflación y sentar las bases para un crecimiento sostenido. De acuerdo a él (Milei), luego de un año y medio dedicado a ordenar las cuestiones fiscales, monetarias y cambiarias, “la inflación se desplomó”, pasando de una tasa interanual del 300% al 25%, y adelantó que a mediados del 2026, la inflación podría desaparecer. A su vez, indicó que en este período 12 millones de personas salieron de la pobreza, entre ellas 2,5 millones de jóvenes, la indigencia bajó de un 20,2% a un 7,3%.
“Cerca de 6 millones de personas a las que no les alcanzaba para comer, hoy comen”, precisó. Y agregó que los salarios privados reflejan mejoras continuas ante la inflación de abril del año pasado.
“Sin dudas que este camino exigió sacrificios y debemos admitir que no solucionamos todos los problemas heredados. No se puede arreglar en dos años lo que se destruyó en un siglo”, y reiteró que toda mejora requiere esfuerzo y tiempo.
“Antes de generar falsas ilusiones a los argentinos, nosotros optamos por ser francos en decirles cuan duro sería el camino y ser firmes a la hora de recorrerlo, entendiendo que nada valioso en la vida ocurre de la noche a la mañana”.
Un altísimo costo político
Sobre ese punto, el Primer Mandatario indicó que sería sencillo acompañar cualquier iniciativa de gasto del Congreso y olvidarse de las consecuencias como hicieron los Gobiernos anteriores, pero destacó que “su tarea es garantizar el bienestar de los 47 millones de argentinos”, aún cuando lo traten de “cruel”.
Del mismo modo, reiteró las consecuencias de dar marcha atrás con el equilibrio alcanzado. El Primer Mandatario argumentó que dado el “peor historial de defaults de los últimos 100 años”, la Argentina nunca logra el acceso al financiamiento internacional, por lo cuál “cualquier gasto adicional debería recurrir a la emisión monetaria o a la suba de Impuestos”, ambas opciones conducirán a la hiperinflación, pobreza y estallido social.
“No hay ninguna posibilidad de que yo permita que esto suceda. No vamos a volver atrás. No vamos a volver al pasado. No vamos a volver al sendero de la decadencia. Y al Congreso le digo: si ustedes quieren volver atrás me van a tener que sacar con los pies para adelante”, resumió.
Dos medidas para blindar el equilibrio fiscal
Por otro lado, el Jefe de Estado anunció las dos nuevas medidas que tomará para blindar el equilibrio fiscal y la política monetaria. En primer término, va a firmar una instrucción al ministerio de Economía para prohibir que el Tesoro financie el gasto primario con emisión monetaria, y de manera total, quedará vedado solicitar dinero prestado al Banco Central. En segundo término, enviará al Parlamento un proyecto de Ley para penalizar la aprobación de presupuestos nacionales con déficit fiscal. En ese punto, la regla fiscal exigirá equilibrio o superávit y toda modificación va a tener que estar respaldada por recortes equivalentes. Del mismo modo, la iniciativa incluirá sanciones para los Legisladores y funcionarios que no cumplan con estas normas.
“Cada peso nuevo que quieran gastar tiene que tener un nombre y un apellido, tienen que decir de donde sale y a quién se le quita”, destacó.
En otro tramo de su discurso, el Jefe de Estado arremetió contra el kirchnerismo, al que acusó de promover Leyes que aumentan el gasto público sin un respaldo financiero claro. En ese aspecto, citó la reinstalación de la moratoria previsional, el incremento del salario docente y las pensiones por discapacidad, sosteniendo que estos proyectos implican un gasto adicional del 2,5% del PBI. Al mismo tiempo, remarcó que esto significaría mayor inflación y más empobrecimiento.
Del mismo modo, consideró que detrás de estas iniciativas parlamentarias, hay una “ambición de poder”, y no una real preocupación por los jubilados, docentes o personas con discapacidad. Precisó que su deber es velar por el bienestar a largo plazo de la sociedad, aunque eso implicar un altísimo costo político.
El enojo de Milei con el Congreso
“Esto se trata de una clase política que hace dos años perdió el poder y van a hacer cualquier cosa con tal de recuperarlo, sin importar si ello implica destruir la estabilidad que tanto nos ha costado conseguir”.
Para explicar por qué se opone al incremento del gasto público, el Jefe de Estado detalló las causas de la inflación de su óptica de política monetaria. Explicó que la emisión de dinero sin respaldo destruye el valor de la moneda y empobrece, en especial a los sectores más vulnerables. Lo tildó como demagógico pretender resolver los problemas sociales, simplemente aumentando el gasto sin recursos genuinos y dijo que imprimir dinero no genera riqueza. Al mismo tiempo, negó que el precio del dólar determine los precios de la economía en ausencias de la expansión monetaria.
De todos modos, advirtió que, si el Congreso continúa impulsando gastos sin financiamiento, las variables serían subir Impuestos, lo que según él (Milei) frenaría el crecimiento económica y laboral. o retornar a la emisión, lo que significaría inflación e inestabilidad. “No hay ninguna posibilidad de que yo permita que esto suceda”.
A su vez, el Presidente explicó que la única salida de la crisis es mantener el equilibrio fiscal y promover el crecimiento genuino. Allí presentó dos cambios posibles: El que propone su administración, basado en el superávit y las reglas del mercado, o el del aumento del gasto financiado con deuda y emisión que, a su entender, llevó a repetidas crisis. Acerca de las Elecciones de medio término, solicitó que a los ciudadanos y al Congreso elegir entre ambos modelos de país.
“Tenemos que elegir entre la responsabilidad o el realismo mágico. Entre hacer lo correcto, aunque implique tener paciencia o tomar el ‘atajo’ e inevitablemente volver a chocar”.
“Un crecimiento genuino”
“Dejemos de repetir recetas del pasado”, y subrayó que “la única manera de que los ingresos argentinos mejores de forma sostenida es un crecimiento económico genuino”, que se logra con “orden fiscal y monetario”. “Hay dos caminos, el nuestro Gobierno, con crecimiento sostenido y los derechos de propiedad y el de la ilusión monetaria y la servidumbre estatal”, que le atribuyó al Parlamento.
Por último, la exposición concluyó afirmando que la confrontación entre “su fuerza imparable” por cambiar la economía y el “objeto inamovible” de la “adicción política al gasto sin respaldo” tiene próxima resolución en las Elecciones de octubre. Llamo a los Legisladores a “estar a la altura” y le pidió a la sociedad confianza en el proyecto gubernamental. Finalizó citando a Virgilio y Luis Ludwig von Mises: “jamás cedamos frente al mal. Vamos a combatirlo con mucha más fuerza”.


