La serotonina tiene un papel trascendental en el crecimiento de las células madre en la región cerebral, concretamente en la etapa de desarrollo fetal del ser humano. Esto repercute directamente en el tamaño del cerebro y podría explicar su incremento a lo largo de la evolución humana.
El aumento en el tamaño cerebral a lo largo de la evolución del ser humano es evidente. Se ha concretado mayormente en el sector de la denominada neocorteza o neocórtex. Actividades tan significativas para nuestra especie como el habla, el pensamiento o la capacidad de soñar se encuentran íntimamente relacionadas con el neocórtex, por eso los científicos buscan comprender las causas de su crecimiento con el paso del tiempo.
Se conoce el papel crucial de la hormona de la felicidad en cuanto a la regulación de condiciones como el optimismo, la autoconfianza o la satisfacción. Ahora, los científicos han hallado una nueva función de este neurotransmisor en torno al crecimiento del neocórtex: sería un factor de desarrollo de las células madre capaces de determinar el tamaño del cerebro.
Hasta el momento existía un vacío en cuanto al estudio de la serotonina y sus funciones durante el desarrollo del cerebro en la etapa fetal. El estudio publicado en Neuron trata de avanzar en este punto, partiendo desde la tarea que lleva adelante la placenta. La misma genera serotonina, que posteriormente arriba al cerebro gracias a la acción de la circulación sanguínea.
Considerando que se han observado patrones fuera de rango de producción de serotonina en diferentes trastornos psiquiátricos y del desarrollo neuronal, el descubrimiento podría propiciar nuevos tratamientos y modelos terapéuticos para cuadros como el síndrome de Down, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad y el autismo, entre otros.
Además, una mayor comprensión de las disfunciones relacionadas con la serotonina y su receptor durante el desarrollo del cerebro en la etapa fetal pueden ayudar a dilucidar algunos procesos, principalmente aquellos que derivan en trastornos congénitos, e incluso colaborar en nuevas herramientas para su tratamiento.