En un evento que organizó El Cronista Comercial, el Presidente Javier Milei habló acerca del modelo económico que está llevando adelante, con Luis Caputo y Santiago Bausili comandando el barco. De igual modo, el Primer Mandatario hizo un repaso de su gestión desde que asumió y todo lo que tuvo que enfrentar, y en ese punto, se refirió al dólar, el tipo de cambio, inflación, emisión monetaria, entre otros puntos. Ya sobre el final del discurso habló de la cuestión política e insistió en que fue vital el triunfo de las Elecciones Legislativas del pasado 26 de octubre: “si hubiesen sido Presidenciales, ganábamos en primera vuelta”.
A su vez, Milei subrayó que tanto él como su equipo arribaron al poder para “resolver problemas”, y se sinceró: “los argentinos forman mis expectativas mirando el dólar”, pero también advirtió: “no hay problema, no me quejo de eso”.
Más tarde expresó: “a mi me contrataron para resolver problemas. Si no resuelvo los problemas estaría muy bien que no me renueven el contrato. Me pusieron para resolver problemas, no para hacer onanismo de análisis económicos”.
El discurso del Jefe de Estado se extendió durante una hora y media, en el cónclave que se desarrolló en el predio de La Rural de la Ciudad de Buenos Aires.
“Nuestra regla monetaria es emisión cero. El problema en Argentina son las expectativas, y con razón. Los argentinos no las forman a un nivel de expectativas racionales. Cuando los economistas ven que tiene un problema entre el modelo o la realidad, si el modelo no sirve se tira y se busca otro. Por eso es tan valioso la experiencia de Toto en el sistema financiero. Los Consultores son como el Oráculo de Elfos, dan consejos, pero no toman decisiones”, afirmó el Primer Mandatario.
El tipo de cambio
A su vez, el Jefe de Estado inició la exposición hablando del tipo de cambio. Sostuvo que los economistas hacen “análisis arbitrarios”, y que “ignoran muchas situaciones”. De hecho, al defender su postura, comparó la situación actual con la del Gobierno de Mauricio Macri: “cuando hacen la comparación con 2017 quisiera saber cual es la parte que coincide, porque básicamente nunca se hizo el ajuste fiscal. Cuando Macri recibió el Gobierno aumentó el déficit fiscal y además nunca lo corrigió, sólo lo corrigió con endeudamiento. Durante el Gobierno de Macri se tomaron 60 mil millones de dólares netos. Nosotros pusimos en caja el Tesoro en un solo mes luego de 123 años”.
Y adjuntó: “tenemos equilibrio fiscal, apenas déficit de cuenta corriente con el principal motor que es la inversión, los bienes de capital. Dejar de lado el equilibrio fiscal es dejar de lado el motivo de todas las crisis en 123 años”.
Milei indicó que el tipo de cambio real tiende a apreciarse cuando un Gobierno mantiene el orden en sus cuentas y en las políticas públicas. Precisó que resulta improductivo debatir entorno al promedio de los indicadores, ya que infieren múltiples factores, sean internos o externos, que influyen en la economía, como los shocks internacionales o el riesgo electoral, que denominó como “riesgo kuka”.
Al mismo tiempo, el Presidente subrayó la importancia de entender el tipo de cambio real, desde un panorama “macro”, argumentando que mucho del análisis público se basa en modelos incompletos o inadecuados. “un sistema de ecuaciones no es un modelo de equilibrio general. Sospecho que de equilibrio fiscal no saben nada”, disparó, señalando la necesidad de un enfoque más amplio y realista respecto de los desafíos económicos.
Las variables macroeconómicas
Milei advirtió sobre la dificultad de predecir con exactitud el comportamiento del tipo de cambio real si conocer todas las variables macroeconómicas e institucionales relevantes, como las preferencias de los agentes económicos, la tecnología disponible, los sistema de propiedad y la calidad de las instituciones. Destacó que, según su punto de vista, ni los economistas, ni ningún especialista pueden tener ese nivel de conocimiento absoluto, cuestionando lo que denominó “la fatal arrogancia”, que, en su opinión, caracteriza a algunos analistas económicos y políticos.
“El conocimiento de la economía no califica en esa categoría. Sólo pueden creer que pueden tener esa categoría los socialistas y su fatal arrogancia. Los comunistas mataron a 150 millones de seres humanos”, manifestó el Jefe de Estado al subrayar los límites del saber técnico ante la complejidad social y económica.
Y es que el Presidente cuestionó la metodología que utilizan ciertos Consultores y economistas, argumentando que sus análisis caen en la parcialidad y la sobre-simplificación. Apuntó a lo que él considera el uso indebido de falacias ad hominem en el debate público y graficó que quienes, bajo su mirada, buscan culpables externos para sus propios errores, terminan agravando los problemas económicos estructurales o de la Argentina.
“Argentina ha hecho esto desde hace 90 años, por eso pasó de ser uno de los países más ricos del mundo a ser uno de ingresos medios”, sostuvo el Jefe de Estado, cargando contra la intervención del Estado y manipulación de los precios durante décadas. Manifestó que, si seguían por ese camino, el país corría riesgo de una crisis aún mayor, y expresó que cualquier intento de ignorar la cuestión fiscal en el análisis de la realidad argentina según sus palabras es “fundamental”.
La reforma al sector pública
De igual modo, el Primer Mandatario recordó que cuando asumió se propuso reformar el sector público, y achicar el gasto, punto que permitió a su Gobierno bajar el gasto público en un 30%. Según él (Milei), esa reducción permitió abrir la puerta para “convivir con un tipo de cambio real más bajo”, en pocas palabras, impulsar una economía más estable y con menor presión sore el valor del dólar.
Al mismo tiempo, el Jefe de Estado cuestionó el enfoque tradicional de algunos especialistas en torno a la flotación cambiaria y el uso de las bandas. Mencionó el trabajo que realizó la Universidad Nacional de Córdoba, que revela un rezago de 26 meses entre ciertos movimientos macroeconómicos y sus efectos. Aseveró que, desde mediados del año pasado, su equipo se ocupó de limpiar el balance del Banco Central, y adoptó una política de emisión monetaria cero, en sintonía con su objetivo de estabilizar la moneda y recuperar la confianza de los inversores.
Cuando Milei habló de las expectativas económicas del pueblo, él (Milei) reconoció que los argentinos y argentinas no confían plenamente en la estabilidad, lo que causa una tendencia a usar como referencia el dólar y aumentar la volatilidad. También planteó que en situaciones donde un modelo económico logra explicar la realidad, es legítimo descartarlo y buscar nuevas herramientas de análisis.
Sobre la labor de los Consultores Económicos, el Jefe de Estado sostuvo que estos operan como “el Oráculo de Delfos: Dan consejos pero no toman decisiones”. Refiriéndose a la experiencia del ministro de Economía, Luis Caputo, manifestó el valor de los antecedentes técnicos en la gestión estatal y subrayó que la sociedad argentina forma sus expectativas mirando el valor del dólar.
El mandato de Javier Milei
Por otro lado, acerca de su lógica de su mandato, el Presidente subrayó: “me pusieron para resolver problemas no para hacer onanismo de análisis económicos”. Así justificó la toma de decisiones pragmáticas ante la especulación teórica del debate excesivo. También señaló las dificultades históricas de la economía argentina, comentó que el país ha atravesado “una breve temporada en el infierno”, que de acuerdo a él (Milei) comenzó en marzo y terminó el 26 de octubre. Mencionó que ese período significó aprendizajes difíciles, al mismo tiempo que compartía la sensación de estar presionado permanentemente: “no sólo estábamos en la silla eléctrica, sino que había gente tocando los botones”.
Mientras que acerca del diseño de la política, el Jefe de Estado destacó que fija un horizonte para su equipo, aunque reconoce que el camino no siempre es lineal. Responsabilizó a la dirigente política anterior por la volatilidad cambiaria, la cuál, afirmó, se traduce en fluctuaciones de precios, cantidades, salarios reales y niveles de pobreza e indigencia.
Al mismo tiempo, justificó el uso de las bandas cambiarios argumentando que sirve como restricción efectiva mientras el dólar permanezca dentro de los márgenes definidos, y precisó que “la volatilidad cambiaria se traduce en volatilidad de precios, cantidades, salarios reales, empleo, pobres e indigentes”, lo que refuerza la importancia del control macroeconómico.
Entre tanto, acerca de la relación con los Estados Unidos, el Presidente cuestionó la creencia de que la ayuda internacional fue determinante, calificando como “una cargada” con USD 2.000 millones de dólares que aportó el Swap con China y la asistencia externa durante la dolarización de portafolios. Según el Primer Mandatario, el verdadero apoyó su programa fue la fortaleza y la reducción del déficit, más que la ayuda de otros países.
El problema del Riesgo País
El Presidente cuestionó a quienes argumentan que el Riesgo País sólo descendió gracias a factores efímeros o exógenos. Comentó que antes del proceso de reformas, este índice estaba en 600 puntos y, a pesar de las medidas tomadas, continuó en aumento, que asociado con el “riesgo kuka”, hasta que se confirmaron los cambios estructurales.
Milei se refirió a los fundamentos de las expectativas racionales y defendió que sólo un enfoque de política económica que contemple la racionalidad de los agentes, es decir de los consumidores e inversores, puede conducir a buenos resultados. “Si piensan con agentes que no son racionales nunca van a acertar”, dijo. De acuerdo a su análisis, arrastrar las malas experiencias vividas por la población en décadas anteriores dificulta que los agentes económicos respondan de acuerdo a los modelos ortodoxos.
Por último, Milei recordó que durante la campaña prometió una “motosierra” para el gasto público, logrando un equilibrio fiscal en un mes pesa a contar apenas con un 15% de Diputados y Senadores propios. Agregó que la resistencia política interna, llevó incluso a votar 40 Leyes orientadas, en su opinión, a “romper el equilibrio macroeconómico”.


