Tras haberse cumplido 100 días de detención, y luego de los reclamos del kirchnerismo duro, Axel Kicillof visitó a Cristina Kirchner en su domicilio en San José 1111, donde la ex Jefa de Estado cumple prisión domiciliaria por la Causa Vialidad.
De acuerdo a la información de Infobae, la reunión duró aproximadamente una hora y media, y fuentes de los dos, confirmaron a este mismo medio que el encuentro fue “bueno” y “constructivo”. Sin embargo, no hubo foto, lo que podría significar que hay algunas rencillas que no se resolvieron con esta reunión. De todos modos, reconocen que hubo una “buena predisposición” de ambos.
Pero, de qué hablaron, básicamente la conversación fue de tinte electoral, pero también se habló de la situación del país, cuestiones internacionales y de un panorama complejo para Argentina, más allá del apoyo de los Estados Unidos.
“Debemos sumar fuerzas para la elección de octubre”, sostuvieron desde el entorno de Kicillof y de CFK. Ese fue el punto más importante de este encuentro. Allí esta el quid de la cuestión del peronismo bonaerense. Y es que a pesar de las diferencias, el peronismo necesita estar unido si quiere derrotar a La Libertad Avanza (LLA). Sobre ese punto, destacaron que “las energías están puestas en ganar los comicios de medio término”.
Cabe destacar que la última reunión entre Kicillof y Cristina Kirchner fue el pasado 10 de junio, en la sede del Partido Justicialista (PJ), antes de que la ex Presidenta quedara detenida. Aquella vez, el Mandatario Bonaerense estuvo menos de una hora en la sede partidaria, que estaba minada de referentes del kirchnerismo que aguardaban, junto a la ex Jefa de Estado, la confirmación de su condena en la Causa Vialidad por parte de la Corte Suprema de Justicia.
¿Qué pasó en esa reunión?
En aquella reunión, el Gobernador ingresó al histórico edificio en el auto de la Gobernación, mientras que la militancia cristinista hacia canticos, donde hacían mención a que el liderazgo del peronismo estaba en manos de una mujer, justamente Cristina Kirchner. Es más, fue un hecho de mucha tensión y reproches. Un nuevo capítulo que se suma a la interna entre el kicillofismo y el cristinismo.
Pero, el último mano a mano entre ellos fue el 6 de ese mismo mes. Aquella vez los dos acordaron una mesa para discutir las condiciones de la unidad del peronismo. Finalmente todos los espacios coincidieron en una lista única, siendo este el primer paso que destrabó la negociación y calmó la fuerte interna del justicialismo.

Y es que, los referentes del cristinismo más duro, le reclamaban a Kicillof públicamente, que tenía que ir a visitar a la ex Presidenta, en su domicilio donde cumple prisión domiciliaria. Sin embargo, aunque no lo digan a viva voz, y para evitar recalentar la interna, piensan que el tiempo que dejó pasar para ir a verla, pone de manifiesto su intención de alejarse de la ex Jefa de Estado. Y del otro lado, lo consideran como un desagradecido. Las acusaciones son de ambos lados, que por el momento están solapadas por la campaña y para ganarle a Milei en las urnas.
Por su parte, en el kicillofismo había algunos referentes que sostenían que el encuentro debía darse después de los comicios de octubre, para evitar cualquier tipo de desencuentro en la antesala de las Elecciones de medio término. De por sí, el peronismo, es el espacio que confronta de lleno con el mileismo, en temas muy importantes. Lo que está haciendo es una estrategia histórica, que es que, se desgaste el rival con sus propios problemas.
Convivir con CFK
Mientras que Kicillof busca un acuerdo de convivencia con Cristina. Y es que, quiere que sus alfiles más duros no jueguen su contra dentro de la administración bonaerense. En pocas palabras, quiere frenar el fuego amigo y lograr que el kicillofismo mantenga su liderazgo en la Provincia de Buenos Aires, y vaya por una senda de crecimiento. Ni guerra ni sumisión. Así lo definen por lo bajo.
Entre tanto, Kicillof recibió la habilitación por parte de la Justicia para visitar a la ex Presidenta y se aguardaba que el encuentro se desarrolle por estas horas. Del mismo modo, el encuentro ocurrió 20 días después de las Elecciones Bonaerenses, y, por ahora, el cónclave fue “fructífero”. Sin dudas fue un encuentro para alivianar la grieta y la interna y mirar hacia adelante. No es una solución definitiva, pero es el primer paso.
Los pasos de CFK
Cristina Kirchner está muy activa, y con la mirada puesta en reorganizar el peronismo. Todas las semanas se reúne con diversos candidatos y referentes del justicialismo. De hecho, esta metida de lleno en la estrategia electoral. Es más, envía audios a los plenarios, salidas al balcón de su casa y posteos en X con duros dichos hacia el Presidente Javier Milei.
Hace algunos días la ex Primera Mandataria se reunió con Itai Hagman y Mariano Recalde, los dos candidatos a Diputado y Senador por la Ciudad de Buenos Aires. A su vez, se reunió con el primer candidato por la Provincia de Buenos Aires, Jorge Taiana. Y hace una semana también se volvió a reunir con Juan Manuel Urtubey, candidato a Senador, y que retornó a las filas del peronismo.

Sin lugar a dudas que, en el centro de la escena Cristina pone a Javier Milei, lanzándole munición gruesa en X. Hace una descripción de la crisis y advierte que puede agudizarse la misma (crisis). De hecho, lo trata de mentiroso y lo busca cercar marcando contrapuntos con todos los puntos más conflictivos que están presentes en la agenda política del Gobierno.
Por último, Cristina quiere mostrarse vigente, aún con las limitaciones que le genera la detención y su imposibilidad de ser candidata. Su poder de fuego, como candidata virtual permanente, que utilizó durante tanto tiempo, ya no existe. Pero parece estar atravesando un proceso de reinvención. Como seguir influyendo en la vida interna del peronismo y en el escenario político nacional mientras cumple la condena en San José 1111.


