Se trata de un hombre que se dedica a la tala de árboles y aquel 6 de agosto se encontraba trabajando en un baldío frente al edificio. Le escuchó decir “¡vamos, vamos, hicimos cagada!”, instantes antes de producirse la explosión.
Un operario que la mañana del 6 de agosto de 2013 encontraba podando un árbol ubicado en un terreno baldío ubicado frente al edificio de Salta 2141 reveló hoy que aquel día escuchó decir al gasista a cargo de la obra “¡vamos, vamos, hicimos cagada!, mientras lo veía salir corriendo del lugar minutos antes que se produjera la explosión para subirse a una camioneta y retirarse del lugar.
Fue esta mañana durante la décima jornada del juicio oral y público que se está realizando en el Centro de Justicia Penal para determinar las responsabilidades y culpas en relación a la peor tragedia sufrida en Rosario. Por la comisión del presunto delito de estrago culposo agravado por las muertes están imputadas once personas, entre las que se cuentan gasistas -entre ellos Carlos García, quien trabajó el día de la tragedia-, empleados de Litoral Gas y los integrantes de la administración del consorcio.
El testimonio pertenece a Ezequiel Agosta, un joven de Villa Gobernador Gálvez que aquel fatídico 6 de agosto había sido contratado para extraer un árbol ubicado en un baldío ubicado justo enfrente del edificio donde se produjo la peor tragedia de Rosario y en donde fallecieron 22 personas.
Ante el tribunal, y visiblemente consternado, Agosta respondió las preguntas de los fiscales y recordó: “Llegué a la obra alrededor de las 8.30. Preparé las cosas y me puse a trabajar. Estaba la chatita de los gasistas parada adelante del edificio con los conos”, aseguró.
Luego de contar que había descendido del árbol porque se le había enredado una soga, el hombre dijo ver “a uno que sale corriendo que dice ‘¡Vamos, vamos, hicimos cagada’, se sube a la camioneta y se va. El otro que estaba con él se va corriendo y atrás sale el que había visto baldeando la vereda (se refería a Pedro Flores, el portero), que corre para la avenida a parar los autos”, destacó.
Tras detallar que minutos después vio elevarse una nube de gas y fuego, ante una pregunta de la defensa de los empleados de Litoral Gas, que quiso saber si estaba seguro de lo que había escuchado, la respuesta de Agosta fue lacónica:”Desde ese día, sueño con la explosión. Tengo pánico. No tengo dudas de lo que escuché. Estoy seguro”, remarcó.
Agosta no dudó en señalar que quien se subió a la “camioneta blanca” fue “un hombre mayor” y que “el otro se fue corriendo”. Y ante una pregunta de la defensa del gasista, lo describió “con barba y de unos 50 años”.