Para muchas personas la pesadilla en la que se ha convertido sus vidas por sentirse feas, y pareciera que se resuelve con un “¡no sea tonta!” o un “¡quiérase como es!”.
En mis manos está seguir adelante,
¿Por qué somos así? ¿Qué nos lleva a ser nuestros propios verdugos?
Mi vida es una lucha diaria para no permitir que las opiniones de los demás me digan cómo vivir o cómo debe ser mi apariencia.
Es una lucha que todos los días puedo ganar,
Creo que toda esta historia siempre estuvo presente en mi vida,
Tenía la sensación de que solo empecé a vivenciarlo en mi adolescencia y ahora que me haces estas preguntas, entiendo y recuerdo haber tenido estas experiencias también en mi niñez.
Puede ser que una se niegue estos recuerdos?
O es tal vez que nos acostumbramos, mal dicho, a este sentir, parece ser parte de mí?
Se me vienen flashes de mi niñez en donde era muy común trabajar diariamente para caerle bien a la gente, a todos eh!
Y es verdad que no tenía mucha energía, eso recuerdo muy claro, dormía mucho y no tenía la energía como mis demás amigas para los deportes, prefería dormir.
No era buena para los deportes tampoco, no tenía “flexibilidad”, era costoso llevar un ritmo con mi cuerpo, tenía unos kilos demás, en casa me limitaban la comida.
Al principio solo me enojaba, sin embargo entendí en algún momento que no era la favorita de mama cuando quería decir algo o comer más, entonces la opción fue generalmente acceder a sus pedidos, bueno, obedecer.
Esa conducta creo que se modificó muy negativamente desde que crecí y pude imponerme un poco más, claro que mi cuerpo no cambio, entonces no recuerdo haber tenido lindas experiencias en esos cortos momentos de bajar unos kilos, era corta la felicidad al verme un poco más flaca, toda mi vida se vio influenciada con el peso, la diferencia es que ya no tengo ganas de agradar a nadie.
Que sienten cuando leen esta historia?, las leo.