Una mujer fue detenida, sospechada de iniciar un fuego que devoró un edificio de ocho pisos en la zona del bosque de Bolonia, uno de los pulmones verdes de la ciudad. Tres de las víctimas fatales saltaron desde sus ventanas en un intento desesperado de huir del fuego.
Diez personas murieron este martes y al menos 37 resultaron heridas, una de ellas de gravedad, en el incendio de un edificio en París. Una mujer con problemas psiquiátricos fue detenida, sospechada de haber iniciado el fuego tras una disputa vecinal. La arrestaron cuando intentaba prender fuego, un contenedor y un auto que estaba estacionado.
Según informó EFE, la mujer, de unos 40 años de edad, fue detenida en una calle cercana al lugar del drama pocos minutos después del mismo, cuando, en estado de embriaguez, intentaba iniciar otro fuego.
El incendio fatal comenzó en el segundo piso de un edificio de ocho plantas de en un barrio acomodado del oeste de la capital francesa. Fue cerca de la 1 de la madrugada parisina.
Más de cinco horas y el trabajo de 250 bomberos fueron necesarios para controlar las llamas que se propagaron con una inusitada velocidad, y acabaron por ganar todo el edificio, que terminó devastado y con riesgo de derrumbe. Dos edificios aledaños también fueron evacuados como medida de precaución.
Los bomberos tuvieron que redoblar esfuerzos para luchar contra las llamas y para salvar a los vecinos, que se agolpaban en las ventanas y en el tejado del edificio para alejarse del fuego. Tres de los muertos saltaron al vacío en un intento desesperado de huir del las llamas.
La estrechez de la calle y de su patio interior impidieron que se usaran escaleras mecánicas, lo que dificultó las labores de rescate y puso en peligro la vida de los bomberos.
Ocho de ellos resultaron heridos en sus labores, que permitieron rescatar a medio centenar de personas, según el ministro del Interior, Christophe Castaner, que se trasladó al lugar.
Los habitantes del edificio tenían pocas dudas sobre la autoría del fuego, que achacaron a su vecina, conocida en el inmueble por su adicción al alcohol, sus antecedentes y su inestabilidad psicológica, que en varias ocasiones le habían llevado a ser internada en psiquiátricos.
Hace un año, recordaron, ya había provocado un fuego en un tacho de basura. Entonces sin consecuencias.
Los testigos aseguraron que durante la noche puso la música alta, lo que motivó que otro vecino, bombero de profesión, acudiera a quejarse por el ruido, que le impedía dormir.
Hubo gritos e intercambio de insultos, la ahora detenida comenzó a lanzar objetos por la ventana y, según una vecina, amenazó: “Puesto que eres bombero voy a provocar un incendio”.
La policía acudió, pero no consideró necesario intervenir, ya que el vecino se había ido a dormir a otro lugar. Poco después se declaró el incendio.
A través de la red social Twitter, el presidente francés, Emmanuel Macron, envió sus condolencias a los familiares de las víctimas y rindió homenaje al trabajo de los bomberos.
Se trata del incendio más mortífero que ha vivido la capital francesa desde el provocado en agosto de 2006 en un vetusto edificio del distrito 13 y que causó 17 muertos, 14 de ellos niños, y cuyo autor no ha sido todavía identificado.
Cinco meses antes, 24 personas habían fallecido como consecuencia del fuego en un albergue de inmigrantes situado en el centro de la ciudad, el más grave vivido en la capital tras la Segunda Guerra Mundial.
Este drama se produce algo más de tres semanas después de que una violenta explosión originada por un escape de gas causara cuatro muertos en el centro de París, entre ellos una turista española.