El contrabando de productos bolivianos llega a Rosario, afectando al comercio formal, la recaudación fiscal y la seguridad. Conoce su alcance y consecuencias

El contrabando proveniente de Bolivia hacia Argentina no solo afecta a las provincias fronterizas, sino que también deja su huella en ciudades distantes como Rosario. Productos como ropa, calzado, cigarrillos, bebidas alcohólicas e incluso alimentos ingresan por pasos ilegales en el norte y, a través de redes de transporte clandestino, llegan al corazón comercial del país.
En Rosario, este fenómeno alimenta la economía informal, presiona a los comerciantes locales y genera una competencia desleal que erosiona la recaudación fiscal. Además, se vincula con estructuras delictivas que utilizan el contrabando como vía para el lavado de dinero o el financiamiento de otras actividades ilegales.
Las autoridades nacionales y provinciales han realizado operativos, pero la extensión de las rutas y la coordinación de las bandas hacen que el control sea complejo. Mientras tanto, en mercados y ferias rosarinas, muchos de estos productos se venden a precios por debajo de los oficiales, atrayendo a consumidores que, a menudo sin saberlo, alimentan un circuito ilegal con consecuencias económicas y de seguridad para la región.
“En un escenario donde los precios, la necesidad y la ilegalidad se cruzan, las respuestas pueden no estar a la vista… y lo que se descubra después podría cambiar el panorama por completo”
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