Las dos CTA, la Confederación General del Trabajo (CGT) y los movimientos sociales preparan la movilización del 7 de agosto contra el Gobierno Nacional. La misma irá de la Iglesia de San Cayetano hasta Plaza de Mayo, con la consigna “Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo”.
Sin embargo, la central obrera “limitó” su participación: y es que su columna principal no va a salir desde Liniers, sino que partirá desde Diagonal Sur y Perú, a una cuadra de Plaza de Mayo, pero ¿Por qué? “En algún momento se había planteado marchar desde San Cayetano, pero decidimos concentrarnos en el centro para resguardar a nuestra gente de alguna provocación”, dijo un importante líder gremial.
Del mismo modo, la CGT lanzó una conclusión: “hay algunos sectores marginales como la izquierda que siempre buscan generar conflictos o algún infiltrado de la política que quiere generar caos”, destacó una fuente consultada.
De todos modos, varios gremios de peso enrolados en el movimiento obrero van a enviar representantes a la Iglesia de San Cayetano, para adherirse a la marcha desde el comienzo, como Camioneros, la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN), la Unión Docentes Argentinos (UDA), Empleados del Vidrio, entre otros.
Una marcha en contra del Gobierno Nacional
Mientras que el resto de los gremios, marcharán a partir de las 8 de la mañana, de San Cayetano hasta Plaza de Mayo, con dos paradas, la primera de ellas será en Plaza Miserere y la segunda de ellas será en Plaza de los dos Congresos. Las dos CTA (la Autónoma y la de Los Trabajadores), la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), los movimientos sociales, organizaciones de jubilados, estudiantes y sindicatos que están en el Frente Sindical por la Soberanía, el Trabajo Digno y el Salario Justo son los promotores de esta marcha.
Cabe destacar que esta movilización la organizan los movimientos sociales desde el año 2016, durante el Gobierno de Mauricio Macri, ahora se sumó la CGT y otros sectores sociales y sindicales para marchar contra las políticas de ajuste que está llevando adelante el Gobierno de Javier Milei.
De todos modos, el movimiento obrero dará una nueva señal de enojo contra la administración libertaria, más allá de que no dejan de formar parte del Consejo de Mayo, donde hay representantes del Gobierno, Gobernadores, Legisladores y empresarios, en el cuál todos ellos buscan la modernización laboral, entre otros puntos.
Y más allá de que la central obrera acortó la distancia de la movilización, para evitar cualquier tipo de “provocación”, pero también tomaron otras medidas , ya que en la Plaza de Mayo no va a haber escenario y sólo se va a leer un documento consensuado entre todos los sectores.
La marcha a San Cayetano
El pasado miércoles se reunió la central obrera para terminar de organizar la marcha, y es que la CGT, difundió su primer flyer de convocatoria, que cuenta con la imagen del Papa Francisco de espaldas con un lema central: “San Cayetano nos une; la necesidad nos moviliza, la dignidad nos sostiene”. Del mismo modo, agrega lo siguiente: “no pedimos milagros, exigimos justicia social; sin trabajo no hay futuro; las familias trabajadoras marchamos; 7 de agosto; Diagonal Sur y Perú, 13 hs”.
Mientras que el pasado jueves, hubo una reunión de la CTA, la CATT y todas las organizaciones sindicales que integran el Frente Sindical por la Soberanía, el Trabajo Digno y el Salario Justo, que se desarrolló en la sede de la Confederación del Transporte, situado en la Avenida Jujuy 1074.
Una vez que concluyó la reunión, el líder de la CTA Autónoma, Hugo “Cachorro” Godoy, sostuvo que “es fundamental que esta fecha vuelva a ser una lucha de toda la clase trabajadora”, ya que “no hay diferencia entre trabajadores de la economía popular, de los Estados, del sector privado porque hoy todos estamos en una situación de precariedad y bajos salarios, resistiendo despidos en muchas empresas y en organismos del Estado”.
Por su parte, el secretario General de la CATT, Juan Carlos Schmid, indicó que la marcha de San Cayetano “tiene un significado muy profundo, además de la fe popular, porque fue una de las primeras reacciones del movimiento obrero para cuestionar la dictadura militar en 1981, encabezada por Saúl Ubaldini”. Y posteriormente habló del conflicto que mantiene el sector pesquero en defensa del salario: “hay una pulseada y una situación de fortaleza en los obreros marítimos en defensa de sus sueldos y el Gobierno Nacional solamente deja que las empresas avancen sobre el salario de los compañeros”.
“El objetivo es destruir a los gremios”
Entre tanto, el referente de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky consideró que “el 7 de agosto hay un encuentro de los grandes empresarios para discutir un programa de ofensiva contra los sindicatos, con ataques a los dirigentes y desarticulación de nuestras organizaciones, que tiene como objetivo frenar aumentos salariales”, por lo que, según manifestó “es muy importante consolidar este espacio porque viene un tiempo en que ellos van a acelerar la ofensiva y tienen en claro que el enemigo es el movimiento sindical”. “Es fundamental mantener esta unidad y demostrar que el movimiento sindical no está muerto ni de rodillas”, subrayó.
A su vez, el referente de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Rodolfo Aguiar señaló en tono crítico que “el Frente Sindical está en pleno desarrollo, goza de muy buena salud y este 7 de agosto en la calle tenemos que asestarle un nuevo golpe al Gobierno. Tenemos que perforar el techo de las paritarias y recuperar el poder adquisitivo perdido. Por más que baje la inflación, la plata no le alcanza a nadie”.
Por último, Laura Cibelli de la UTEP, celebró que el 7 de agosto se produzca “un encuentro para estar en la calle, en unidad, representando y acompañando a trabajadores que están cobrando 78 mil pesos por mes”, y afirmó que “esta marcha no sólo sectorial, pero es importante sostener las consignas Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo, que también dan muestra del trabajo informal, del avance de nuestros territorios, de la falta de alimentos, del desmantelamiento de la industria textil y del cartón, de la falta de servicios en los barrios populares, de los desalojos en las comunidades originarias”.


