Tras los incidentes en Ushuaia, Milei volvió contra el kirchnerismo, defendió a Espert y reconoció una fuerte desaceleración económica

Tras los incidentes registrados en Ushuaia durante un acto oficial, Javier Milei no perdió la oportunidad de volver a disparar contra el kirchnerismo. El mandatario aseguró que detrás de los disturbios hubo “viejas mañas de siempre” y responsabilizó a la oposición de “querer sembrar caos donde no lo hay”.
En paralelo, salió a respaldar públicamente a José Luis Espert, una de las figuras más polémicas de su espacio, a quien calificó como “soldado de la libertad” frente a lo que considera los intentos de desestabilización. Con este gesto, Milei refuerza la idea de que su gobierno está cerrado filas frente a las críticas externas y las internas propias.
Lo más llamativo llegó cuando el propio Presidente reconoció algo que hasta ahora se resistía a decir: la economía muestra una fuerte desaceleración. Con un crecimiento que se enfría, menor dinamismo en el consumo y tensiones sociales en aumento, Milei intentó dar vuelta la página señalando que “es el costo inevitable de salir del pantano”.
La combinación de confrontación política, defensa de aliados y admisión de debilidad económica marca un giro en el discurso presidencial: menos épica libertaria y más realismo forzado. Pero siempre con el mismo libreto de Milei: pelear contra el kirchnerismo, defender a los propios y explicar el ajuste como una batalla casi personal contra el “viejo orden”.
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