Como se mencionó anteriormente, el Gobierno de Javier Milei confirmó que no le cobrará retenciones a los granos hasta el 31 de octubre o hasta que se hayan hecho todas las declaraciones juradas por exportaciones por USD 7.000 mil millones de dólares. Básicamente lo que suceda primero. Lo que busca el Ejecutivo, es robustecer las reservas de dólares del Banco Central, luego de la corrida del mismo (dólar) que ocurrió la semana pasada, y que llevaron al mismo (dólar oficial) a $1.515 pesos, y que derivó en la pérdida de más de USD 1.100 millones de dólares, en las reservas del Central.
Esto lo comunicó el Vocero Presidencial, Manuel Adorni.
“La vieja política busca generar incertidumbre para boicotear el programa de Gobierno. Al hacerlo castigan a los argentinos: no lo vamos a permitir. Por eso, y con el objetivo de generar mayor oferta de dólares durante ese período, hasta el 31 de octubre habrá retenciones cero para todos los granos. Fin”, adelantó Adorni.
La vieja política busca generar incertidumbre para boicotear el programa de gobierno. Al hacerlo castigan a los argentinos: no lo vamos a permitir.
Por eso, y con el objetivo de generar mayor oferta de dólares durante este período, hasta el 31 de octubre habrá retenciones cero…
— Manuel Adorni (@madorni) September 22, 2025
De todas maneras, Portavoces del ministerio de Economía, sostuvieron que esta iniciativa alcanza a la soja, el maíz, el trigo, la cebado, el sorgo y el girasol.
Esto tomó por sorpresa a varios representantes del sector agropecuario, como el titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, quien se anotició de esto, mientras brindaba una entrevista a Radio Mitre.
“Me acabo de enterar por ustedes. Seguramente los hacedores de granos tienen que ver esta medida”, sostuvo el referente rural.
Cuando le consultaron por el impacto de esta medida, Pino hizo un análisis preliminar.
Sin números preliminares
“No hay números exactos, pero los diarios hablaban de 10 millones de toneladas de soja. Habría que sentarse ahora y analizar cómo pega esto y de qué dinero se está pensando”, declaró.
“Estoy sorprendido con la medida, no saque cuentas. Pero pedí desde La Rural que me mantengan al tanto”, precisó.
El festejo del sector cerealero
Por su parte, el sector cerealero también lo vio como una buena medida.
“Apoyamos toda medida que implique eliminar retenciones aunque sean temporales. Falta ver los detalles de la forma de operar y cuando se hará operativo”, dijo el titular de CIARA-CEC, Gustavo Idígoras.
Mientras que Carlos Castagnini, Presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la calificó a esta iniciativa como “una sorpresa”, la eliminación, de forma temporal, de las retenciones a los granos, y subrayó que se trata de un “reclamo histórico que venía haciendo el sector”. Y más allá de que destacó que la medida tiene un alcance hasta el 31 de octubre, indicó que puede ayudar a reflejar que es “un Impuesto tan injusto”, para todos los productores agropecuarios.
Sobre el impacto en la liquidación de divisas, Castagnini señaló que es difícil, calcular el volumen de granos que podría salir al mercado, debido a que “cada productor tomará la decisión de aprovechar la ventana de las retenciones en cero para dimensionar la venta”. De todos modos, explicó que muchos productores guardan parte de su cosecha como “moneda de cambio”, para afrontar compromisos hasta la próxima campaña. En pocas palabras, esto va a depender pura y exclusivamente de cada caso en particular.
Castagnini también subrayó que gran parte de los granos ya está en poder de los exportadores. Y sobre ese punto, el dirigente rural consideró que el nuevo escenario puede incentivar las operaciones: “quizás vean una oportunidad para liquidar el grano”, lo que podría significar en un incremento en la oferta de dólares a corto plazo.
Crisis cambiaria
Por su parte, en esta última semana hubo una fuerte corrida financiera, que llevó a que aumentaran todos los dólares, que rondaron los $1.600 pesos, y por supuesto, el dólar mayorista rozó el techo de la banda de flotación, lo que hizo que el Banco Central comience a vender reservas para intentar controlar el tipo de cambio. Sin embargo, la escalada continuó, frente a la incertidumbre económica. Tanto inversores como los ahorristas buscaron refugio ante las dudas sobre la capacidad de respuesta del Gobierno en un contexto de bajas reservas y presiones cambiarias constantes.
Junto al incremento de todos los dólares, también se disparó el Riesgo País y superó los 1.500 puntos. De todos modos, esta fue la cifra más alta del último año. Esto significa una clara desconfianza de los inversores internacionales para con el Gobierno de Javier Milei y el difícil acceso al crédito internacional. Además, hubo una caída en la cotización de acciones y bonos, sumando más tensión a un mercado marcado por las ventas forzadas y la falta de liquidez.
Sin lugar a dudas, este panorama cambió e hizo que los funcionarios del Palacio de Hacienda tomaran control del mercado cambiario. Como se dijo anteriormente, la semana pasada hubo una constante demanda de dólares, y eso a su vez, derivó en que aumente la brecha entre el dólar oficial y los dólares paralelos. De todas maneras, esto suma presión a los precios, con un claro golpe a la inflación, y alimentó una creciente expectativa por nuevas medidas o respuestas urgentes en materia económica.
La oferta de dólares en la mira
Esta no es la primera vez que el equipo económico recurre a las retenciones del sector agropecuario, para intentar calmar el mercado cambiario.
Cuando comenzó el 2025, el Gobierno de Javier dispuso una baja del 20% a las retenciones en el sector agropecuario hasta finales de junio, y eliminar por completo este Impuesto para las economías regionales. Lo que intentó buscar el Ejecutivo es incentivar las liquidación de divisas por parte de los exportadores, y justamente en un momento donde el mercado cambiario estaba bajo presión y el Gobierno buscaba fortalecer las reservas del Banco Central para evitar una fuga mayor de dólares.
Una vez que finalizó este plazo, y luego de un período de mayor ingreso de divisas, el Gobierno dio marcha atrás con este alivio fiscal y reimplantó las retenciones a productos claves como la soja y el maíz a partir de julio. El regreso de este gravamen respondió a la necesidad de recomponer los recursos fiscales y ajustar el flujo cambiario en función del nuevo contexto macroeconómico, y mientras que el sector agropecuario se mostraba preocupado por los cambios recurrentes en las reglas de exportaciones.
Por último, estas decisiones evidenciaron una estrategia oficial marcada por la utilización flexible de las retenciones, con ajustes temporales orientados a influir directamente en el comportamiento de los exportadores y en la dinámica del mercado cambiario. Los cambios introducidos a lo largo del año estuvieron vinculados al objetivo de captar mayor cantidad de dólares en coyunturas críticas, mostrando el uso de las regulaciones impositivas al comercio exterior como una herramienta central para la gestión de las reservas y la estabilidad financiera.