Diversos líderes sindicales K buscan quedarse con la nueva conducción de la Confederación General del Trabajo (CGT), y al mismo tiempo, proponen un plan de acción en contra de las políticas de ajuste del Gobierno de Javier Milei.
Esto quedó expuesto en el encuentro que encabezó el titular de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Abel Furlán el miércoles pasado en la sede del Partido Justicialista (PJ), donde convoó a los representantes de las Regionales del movimiento obrero y referentes que integran la conducción partidaria, en clara señal de querer tener un mayor protagonismo hacia adentro de la interna del peronismo y más que nada, en la batalla gremial.
Como se mencionó anteriormente, Furlán es uno de los más críticos de la actual conducción de la CGT, a la que tilda de “compasiva” para con el Gobierno de Javier Milei. En ese sentido, sostiene que hay que lanzar un nuevo plan de lucha, que incluya paros generales.
Sin dudas que esta convocatoria en la sede del PJ fue una “mojada de oreja” a la central obrera, con un encuentro paralelo al que ese mismo día, convocó la cúpula cegetista en el camping de SETIA, en Ezeiza, dando inicio al proceso de renovación de autoridades en la CGT. Los mismos se elegirán el próximo 5 de noviembre.
Hay que decir que, Furlán es el secretario del Interior y estuvo acompañado por Horacio Otero, y ambos diagramaron el proceso de normalización de 79 de las 82 Regionales de la central obrera, luego de décadas en que estas estructuras que son claves en el interior, estaban dominadas por las propias fracturas internas (y casi olvidadas por una gran parte de la dirigencia nacional).
La jugada de Furlán
Los detractores de Furlán indican que llevó a cabo esta tarea para poder encumbrar a aquellos dirigentes que responden al kirchnerismo, algo que los allegados al referentes metalúrgico desmienten rotundamente, porque la Elección de autoridades de las Regionales, aseveran, se hizo según los estatutos y el reglamento cegetista, con el eje en la unificación de los distintos sectores.
De hecho indican que la cumbre gremial que organizó Furlán en la sede del Justicialismo, evidenció dos cosas: Sus allegados señalaron que hubo 320 dirigentes gremiales y miembros del secretariado del movimiento obrero, pero en la cumbre paralela que convocó la conducción cegetista también hubieron “faltazos”.
Los “gordos” que son el sector mayoritario de la CGT, asistieron 140 dirigentes para reflejar una postal de unidad antes del Congreso de la central obrera. Sin embargo, no asistieron, Armando Cavalieri (Comercio), ni Luis Barrionuevo, ni sus “aliados”, como tampoco asistieron algunos referentes K como Furlán, Ricardo Pignanelli (SMATA) y Sergio Palazzo (La Bancaria).
Pero a esta reunión asistieron algunos barrionuevistas como Hugo Benítez (Textiles), representantes de la Federación de Trabajadores de Estaciones de Servicio y de Carga y Descarga; Romina del Carmen Santana, que forma parte del secretariado de la CGT por el gremio de Comercio y referentes del sindicalismo K como Víctor Santa María (SUTERH), Horacio Arreceygor (SATSAID), Pablo Biró (APLA) y Elena Ferreyra (APL).
Las dos caras en la CGT
Sin embargo, aquí sucedió algo curioso o tal vez no, y es que, hubo referentes gremiales que al mediodía fueron al asado de la CGT y a la tarde fueron al cónclave de Furlán, como Biró, Laura Lorenzo (SMATA), Guillermo Moser (Luz y Fuerza), Noé Ruiz (Modelos) y Fabián Feldman (CEA), entre otros. De todos modos, el titular de La Bancaria no fue a ninguna de las dos reuniones, pero si envió representantes.
Del mismo modo, más allá de los nombres, en la reunión que encabezó Furlán, se aprobó un programa que se llamó “El Trabajo como motor de la Patria: Unidad, Industria y Justicia”, que es la plataforma de acción que el referente metalúrgico y su sector le está exigiendo que resuelva la próxima central obrera para que esta estrategia “no quede en manos de unos pocos dirigentes”.
El plan de acción que promueve Furlán
1. Defensa del trabajo y la negociación colectiva:
• Rechazo a la reforma laboral regresiva del DNU y la Ley Bases.
• Paritarias libres y homologación.
2. Reconstrucción del modelo industrial:
• Estrategias para defender el aparato productivo frente a la apertura indiscriminada de importaciones.
• Propuestas para una política industrial nacional con eje en el trabajo argentino.
3. Salarios, poder adquisitivo y distribución del ingreso:
• Debate sobre el Salario Mínimo, Vital y Móvil.
• Lucha contra el congelamiento salarial de facto en sectores estatales y privados.
• Inflación, devaluación y deterioro del ingreso: diagnóstico y propuestas.
4. Seguridad social, jubilaciones y sistema de salud:
• Defensa del sistema previsional solidario ante la avanzada privatizadora.
• El rol de las obras sociales sindicales y su sustentabilidad frente a la desregulación.
5. Unidad del movimiento obrero y protagonismo político:
• Qué papel ocupa el movimiento obrero en el PJ y en la reconstrucción del campo nacional y popular.
• Federalización de la agenda sindical.
6. El Rol del Estado y soberanía:
• Defensa de las empresas públicas estratégicas (YPF, Aerolíneas, Télam, etc.).
• Oposición al RIGI y a la entrega de recursos naturales.
• Justicia social y derechos sociales frente al Estado mínimo.
7. Juventud, mujeres y diversidades en el movimiento sindical:
• Políticas de inclusión y formación para una nueva generación de dirigentes.
• Espacios de debate sobre feminismo sindical, violencia laboral, igualdad y cuidados.
• Organización intergeneracional e interseccional.
El enojo de Furlán con la CGT
Por otro lado, ayer en la reunión del Consejo Directivo de la central obrera que se convocó para aprobar el cronograma electoral, Furlán fue uno de los sindicalistas que cuestionó a la cúpula cegetista saliente.
Furlán solicitó definir un programa para que la nueva CGT tuviera una actitud de confrontación contra el Gobierno de Javier Milei, y reclamó que haya presencia cegetista en los ámbitos de discusión.
De hecho pronosticó que “se vienen dos años muy difíciles” para los trabajadores y trabajadoras por las políticas de ajuste de Milei y que, más allá de los nombres, la futura central obrera debe tener consensuada una serie de ejes para que su accionar no dependa en forma exclusiva de lo que decidan un grupo minúsculo de dirigentes.
En la vereda de enfrente, sostienen que la estrategia de Furlán está comandada por la ex Presidenta, Cristina Kirchner y apunta a querer poner a la CGT “dentro del kirchnerismo”.
Sin embargo, en la práctica, el referente metalúrgico busca plantar bandera con su posición y por más que su postura no será mayoritaria, no se rinde. Su entorno sostiene que busca aliados para transformarse en el único conductor de la CGT, apoyado en la fuerza que le darían las Regionales.
Por último, sus adversarios, que llevaron al asado de Ezeiza a Antonio Caló, líder de la UOM Capital Federal y archienemigo de Furlán, descartan que la jugada del referente nacional metalúrgico tenga éxito. Y al mismo tiempo, deslizan que tiene que ver con el intento de contener a varias seccionales rebeldes del sindicato y fortalecer su propio liderazgo, ya que en marzo del 2026 buscará su primera reelección en las Elecciones de la UOM.


