En la zona noroeste ya son más de 7.500 hogares los que incorporaron este hábito que genera un impacto ambiental, social y económico.
A principios de 2017, el municipio lanzó el programa “Barrios Verdes” en distintas zonas del noroeste rosarino. La propuesta apuntaba a sectores que no contaban con contenedores, en los cuales se brindaría un servicio de recolección alternada que promueva la separación en origen. En menos de un año y medio, el 45 por ciento de estos hogares ya incorporó el hábito de la separación.
El programa comenzó en los barrios Hostal del Sol, San Eduardo y Aldea. Su característica principal es que la modalidad de recolección se basa en un cronograma fijo que estipula días y horarios de retiro para cada tipo de residuos, lo que favorece que los vecinos realicen un trabajo previo en la casa.
En la actualidad, el servicio se extiende a 11 barrios (Hostal del Sol, San Eduardo, Aldea, Fisherton R, Hostal del Sol Este, Fisherton Residencial, Parquefield, Lomas de Alberdi, Tango, Parque Habitacional Ibarlucea y Belgrano) y alcanza a 7.566 hogares, donde viven aproximadamente 20.000 personas.
Durante el primer año de implementación del programa, el porcentaje de hogares con separación se mantuvo alrededor del 15 por ciento. Durante el primer trimestre de 2019, esa cifra trepó al 45 por ciento, lo que refleja un gran crecimiento, no solo en términos relativos sino también en el plano absoluto, ya que actualmente el universo de hogares es superior al de hace dos años.
Cronograma
La recolección cuenta con una frecuencia de lunes a sábado con turno diurno de 6:30 a 12. Tres días se recogen materiales orgánicos (cáscaras de frutas y verduras, sobras de carne y yerba, entre otros) y tres días el resto de la basura (pañales, apósitos y envoltorio de galletitas, por ejemplo). Los reciclables, en tanto, tienen una jornada específica de recolección, también es factible que los vecinos pueden llevarlo hacia alguno de los centros de recepción distribuidos en el barrio.
Durante el año 2018 entre todos los hogares participantes de la iniciativa se lograron recuperar 1.080 toneladas de residuos orgánicos (un 37 por ciento más que en 2017).
Estos tienen como destino la planta de compostaje y no el relleno sanitario, lo que supone un cambio que genera un triple impacto ambiental, social y económico.
“En Rosario seguimos avanzando en distintas estrategias que tienen como objetivo incorporar en los ciudadanos el hábito de la separación de residuos. Con Barrios Verdes estamos promoviendo la separación en origen y la recolección a través de un servicio especial”, señaló María Cecilia Alvarez, subsecretaria de Ambiente.
“De esta manera, el poder separar nos permite clasificar y valorizar mejor cada tipo de residuos; algunos se transforman en compost en nuestra planta y otros se envían a los tres emprendimientos de clasificación que venden este tipo de materiales”, amplió.
Junto con el cambio de modalidad de recolección de los residuos, personal del municipio asiste con información para cada vecino, así como también se llevan adelante fiscalizaciones periódicas para evaluar criterios de separación y participación.
Distinguido
El programa obtuvo una distinción otorgada por la Asociación Técnica para la Gestión de Residuos y Medio Ambiente (Ategrus), en el marco de la Feria Internacional del Urbanismo y Medio Ambiente 2018.
Esta iniciativa se complementa con el resto de la higiene urbana, como los contenedores naranjas (ya sea los ubicados en vía pública o en espacios particulares, denominados centros de recepción).
El mantenimiento y la profundización de estas estrategias generaron que para fines del año pasado, uno de cada tres rosarinos ya separaban sus residuos.