La propuesta brinda a los propietarios de locales situados en la galería facilidades para la cancelación de deudas, impuestos y servicios, entre otras cosas
El concejal del Frente de Todos, Eduardo Toniolli, presentó este viernes un proyecto que busca recuperar la céntrica Galería San Martín y reactivar el movimiento de sus locales, muchos de ellos vacíos y en estado de abandono.
La iniciativa propone, entre otras cosas, otorgar facilidades en la cancelación de deudas e impuestos para los titulares de los locales comerciales del paseo situado en el 876 de San Martín, en plena peatonal rosarina.
En este hilo, se propone que el municipio promueva la firma de convenios con los propietarios de locales que hayan contraído deuda por falta de pago de la Tasa General de Inmuebles (TGI). A cambio, deberán ceder el uso de sus espacios a la Municipalidad, por un tiempo determinado.
Además, se contemplarán condonaciones y/o refinanciamiento de deudas ante empresas prestadoras de servicios públicos.
Otro punto del proyecto de ordenanza propone la creación de un “Paseo de la Economía Social y Popular“; que ofrecerá “facilidades para la explotación de los locales comerciales alcanzados a emprendedores y productores de la economía social y popular, por plazos y condiciones a definir por el municipio”.
Para eso, se dispone que el ejecutivo local realice una convocatoria a productores de la ciudad inscriptos en el Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular; en el Registro Social de la Subsecretaría de Economía Social; o en los distintos registros existentes de empresas locales de la Secretaría de Desarrollo Económico y Empleo.
Toniolli, adelantó a la prensa que presentará también un proyecto de ordenanza para que otras galerías en similar situación puedan adherirse al programa y acceder a los beneficios. Es que según sus cálculos, alrededor de 300 locales céntricos están en la misma condición.
La situación hoy
La Galería posee 60 locales comerciales. La mayoría de ellos se encuentran cerrados, según un informe realizado por el diario La Capital.
Lejos quedó el esplendor de sus mejores años, recordados por sus múltiples ofertas comerciales y su extrañísimo acuario situado en uno de los subsuelos.
Hoy, el espacio refleja un estado de abandono general, con un puñado de locales que, como pueden, se mantienen activos. Del acuario solo quedan un montón de peceras pobremente habitadas, que funcionan como testimonio visual del pesaroso paso del tiempo y la falta de voluntad.
Según el presidente de la Asociación Casco Histórico de Rosario, Fabio Acosta, varios de los locales céntricos pertenecen a familias adineradas que no invierten en mejorarlos. Razón por la cual muchos de ellos no se alquilan hace más de cinco años.
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