Es uno de los jugadores que más chances tuvo tras el arribo de Cocca y su rendimiento fue en aumento. “La posición de delantero es la que más me gusta”, le confesó a Ovación
Sin temor a incurrir en equivocaciones, Maximiliano Lovera es el jugador que más creció desde la llegada de Diego Cocca. Es que el delantero comenzó a tener la continuidad que no había logrado con técnicos anteriores. El mismo se siente “con más confianza, que es lo que había perdido”. Lo destacó en el diálogo que mantuvo con Ovación tras el empate ante Universidad Católica que dejó a Central sin siquiera la chance de colarse en la Copa Sudamericana, pero que aportó, según su criterio, signos positivos, sobre todo en lo que hace al rendimiento colectivo. “Juego donde me toca y trato de hacer lo que el técnico me pide”, destacó el formoseño, quien sueña con estar presente en la Supercopa contra Boca. “Sería lindo jugarla porque está la posibilidad de lograr un nuevo título”, dijo.
En lo particular quedé conforme con el equipo porque siempre jugó con el propósito de ganar. Tuvimos actitud de principio a fin y porque generamos juego, mucho más que otras veces. Más allá del resultado terminamos con cierto conformismo, aunque por supuesto con algo de bronca porque no pudimos lograr el objetivo.
Hicieron los méritos para tener una chance más ante Libertad, pero no se les dio.
Seguro, por eso nos fuimos con bronca. Pero rescato que dejamos todo y creo que nadie nos puede recriminar algo en ese sentido. En líneas generales creo que hicimos un buen partido.
¿En lo personal cómo te sentís?
Me estoy sintiendo bien, cada vez con más confianza, que es algo que había perdido. Pero de a poco la voy recuperando y eso tiene que ver con que estoy teniendo cada vez más ritmo.
¿Con Cocca estás encontrando la continuidad que no tenías?
Sí, por suerte la estoy teniendo y en cada partido trato de esforzarme para mejorar y ayudar al equipo. Obviamente que eso me sirve en lo personal para afianzarme.
Da la sensación que sos una de las apuestas de Cocca.
No sé si tomarlo de esa forma. Lo único que trato de hacer en estos partidos en los que me toca jugar es cumplir con lo que el técnico me pide. No te sabría decir si soy una de las apuestas del técnico, pero sí que por toda la confianza que me da le tengo que responder dentro de la cancha.
¿Y creés que le estás respondiendo?
En parte sí. En los últimos tres partidos levanté mucho el nivel en el que venía jugando. Como te decía, antes no me sentía con tanta confianza y ahora de a poco la voy obteniendo.
¿Esa confianza se da también porque Cocca te hace jugar más como delantero?
Seguramente. Ahora estoy jugando más como enganche y es una posición en la que me siento cómodo. De volante puedo cumplir la función, pero reconozco que me cuesta mucho la marca. Me doy cuenta cuando retrocedo bastante y tengo que salir rápido otra vez hacia arriba. Es como que me quedo sin piernas más rápido de lo habitual. Igual juego donde me toque. Contra Católica, por ejemplo, con la salida de Jonás tuve que recostarme sobre la izquierda y lo hice sin problemas.
Pero queda claro que donde más cómodo te sentís es más arriba, buscando el desequilibrio en el uno contra uno.
Seguro, es la posición que más me gusta.
¿Sentís que los hinchas te vuelven a ver de otra forma?
Mirá, cuando estoy dentro de la cancha estoy concentrado en el encuentro y trato de prestarle atención a lo que ocurre afuera. Haciendo las cosas bien o mal lo que busco siempre es ayudar al equipo. Cuando no me sale una jugada no es que estoy pendiente de lo que puedan decir los hinchas, sino que sigo enfocado en lo mío.
¿Sos consciente de que arrancás bien la mayoría de las jugadas, pero que en algunas tomás alguna mala decisión? ¿Es algo que tenés que mejorar?
Sí, lo sé. Después de los partidos suelo ver los videos, especialmente de las jugadas en las que intervengo en el juego y me doy cuenta que muchas veces lo que me falta es más claridad en los últimos metros. A veces la ansiedad me juega una mala pasada, pero son momentos en los que en un segundo tenés que tomar una decisión.
En algunos cotejos terminaste acalambrado o fatigado. ¿Eso es producto de la inactividad que traías, de los nervios, de la tensión?
Cuando no tenés ritmo futbolístico es lógico que te pasen este tipo de cosas, pero en estos últimos partidos los pude aguantar bien. Creo que a medida que pasen y vaya tomando más ritmo de juego esos problemas los voy a ir superando.
¿Te ves dentro de la cancha contra Boca?
Ojalá, sería algo muy lindo jugar esa final porque está la posibilidad de lograr otro título. Estaría bueno vivirlo desde adentro.
¿Y qué tipo de partido se están imaginando, más allá de que todavía faltan varios días?
Va a ser un encuentro dificilísimo porque Boca es un rival de una jerarquía enorme, pero nosotros trabajaremos sobre nuestro juego. Intentaremos tener la pelota para poder ser directos a la hora de atacar. Ojalá nos vaya bien.
¿Tenés esperanzas todavía de ser convocado para ir al Mundial Sub 20?
Uno nunca cierra la puerta en situaciones como esta. Hay muchos juveniles importantes, que por algo están ahí, y lo único que queda de mi parte es seguir trabajando e intentar ganarme un lugar. No es una puerta que esté cerrada.
Te pregunto porque en esa selección no hay muchos jugadores que sean titulares en sus equipos y vos ahora empezaste a tener continuidad nuevamente.
Es una posibilidad que espero y si sigo trabajando bien quizá vuelva a tener la oportunidad de ser convocado.